lunes, marzo 01, 2010

CINE.




Mi padre trabajó muchos años en el cine. Era el encargado de poner la peli en marcha. Cogía los enormes y pesados rollos de cinta, y los colocaba en aquellas máquinas antiguas que daban vueltas para reproducir la película. Durante todo el rato debía de estar pendiente, no fuera a engancharse la cinta o sucediese algo que afectara a la emisión de la misma. Era su trabajo y también su pasión, sigue siendo, le entusiasma tanto como a mí. En casa, tiene una máquina de cine pequeñita que pone en marcha cuando estamos en familia, para ver las películas de mi infancia. Gracias a esta afición me he podido ver en movimiento cuando era pequeña. Fotos y videos no me faltan, y eso no pueden decirlo todos los de mi generación.

Me llevaba muchas veces con él, y a mí no había nada que me gustara más. Recuerdo los pasillos vacíos de aquellos cines tan especiales, tan bonitos, con butacas de madera forradas en terciopelo rojo. Con pesadas cortinas en las puertas y moqueta. Subía al escenario a bailar, a interpretar mi propia película y ayudaba a recoger entre sesión y sesión la porquería que la gente dejaba. Me hartaba de comer palomitas y después veía la película desde la ventanita por donde salían las imágenes, con mi padre al lado. Así que, aprendí a soñar, crecí con el cine en mi vida, lo adoro, es una de mis pasiones, por eso intento ir todos los meses, y últimamente, todos los domingos. En el cine he vivido momentos realmente inolvidables y hasta nos hemos comprado un proyector con una pantalla enorme para poder disfrutar las pelis en la casa del pueblo. Un día os enseñaré la colección que tengo, sobre todo de clásicos, me gusta mucho el cine de antes.

Las dos últimas pelis que he visto:

-"El hombre lobo", me pareció entretenida, Benicio del Toro está magnífico, pero para mi gusto le falta algo, no sé muy bien que puede ser, quizás un poco más de pasión, de chispa.

-"Shutter Island", ayer mismo la ví y me quedé con cara de tonta, vamos, que me la tuvo que explicar Pedro. Sin embargo, me gustó. Como he pedido el libro en el Círculo de lectores, espero leerlo y aclararme el lio mental que tengo con ella, así que si alguién la ve que me la explique a ver si llegamos a la misma conclusión.

4 comentarios:

alicia dijo...

Qué historia más bonita!! Seguro que tienes muy buenos recuerdos. A mi también me gusta mucho el cine, y me ha dado mucha pena que hayan cerrado todos los cines del centro de CAstellón, como tu dices, eran tan bonitos! La de "Shutter Island" me la apunto. Un besitos

Lorena dijo...

Alicia: Pues la verdad es que no queda ni uno. Una pena, la verdad, pero es lo que hay. Sin embargo, en mi memoria los tengo superpresentes. Me acuerdo perfectamente del cine Saboya, Avenida, Astoria, Casalta, Condal 2...

fermin dijo...

Me has traído a la memoria tiempos en los que oficiaba de ayudante de fray Matias y su super máquina de cine. Eran tiempos de hospital, de polio, de operaciones, de ausencias...pero también de sábados con de los hermanos Marx, con Rintintin, con el gordo y el flaco... Tan solo los buenos recuerdos perduran, los otros el viento se los llevó.
Abrazo, peli-roja.

Lorena dijo...

Fermin: Esos tiempos suenan al eco de pasillos blancos y también a la emoción de disfrutar al máximo el momento de la producción, un momento de esos que te ausentan de los ratos malos. Fray Matías tuvo que ser todo un personaje, suena a película antigua. Un abrazo de la multicolor, porque ya no se sabe de qué color tengo la melena, se ha ido destiñendo.